¿Chalet o rascacielos?
Son las 5:00 AM, arranca mi jornada laboral, es martes y me he propuesto revisar el calendario de competiciones previsto para todos los triatletas que se preparan en un triatlón cros, triatlón sprint y triatlones olímpicos. Con asombro veo como ha ido evolucionando ese calendario desde octubre del año pasado.
Por aquel mes tan lejano predominaban objetivos muy claros y concisos, predominaban competiciones espaciadas, de distancias similares, entre las cuales se podía planificar un plan de mejora o buscar alternativas para preparar citas importantes. Estaba claro, queremos un Chalet, dos plantas, un garaje anexo, con su taller, su vestidor para no despertar a la familia los días de bici, un bonito jardín para estirar y relajarnos, etc…
Yo hago mis planos y comienzo los cimientos utilizando los mejores materiales que conozco y sin prisa. El Chalet va a quedar precioso y en efecto, en enero y febrero se empieza a ver la estructura, todo va a escuadra, que bien. Ahora mis pupil@s empiezan a sentirse bien, con confianza en ellos mismos, la cosa va bien pero, miran a su alrededor y observan que sus vecinos no están construyendo un Chalet, se están haciendo un Rascacielos y poco a poco la idea de chalet va desapareciendo y empieza a rondar por la cabeza la idea de que con los cimientos del chalet se puede construir un rascacielos, porque yo estoy fuerte y con confianza, pero, entonces, ¿Nos olvidamos del Chalet?, ¿estáis seguros de que los mismos cimientos del chalet nos van a servir para construir un Rascacielos?